Que las nuevas tecnologías llevan aparejadas ciertas dificultades hasta lograr implantarse no es novedad. Pero a los Smartwatch les ha saltado una piedra en el camino complicada de eludir. Y es que el Organismo de Regulación de Telecomunicaciones de Alemania, la Federal Network Agency, ha prohibido la venta de smartwatches para niños. Consideran que atentan contra la privacidad de los menores.
El Smartwatch en el punto de mira
Pero es que además, para completar la perniciosa resolución, la Federal Network Agency, apremia a todos los padres que hayan comprado alguno de estos dispositivos inteligente a sus hijos que los destruyan de manera inmediata. Sin duda un terrible varapalo para las empresas dedicadas a fabricar y suministrar este tipo de dispositivos en el mercado.
La prohibición de la agencia de regulación alemana tiene una explicación. La conclusión del informe de la Organización Europea del Consumidor (BEUC) que advierte que la mayoría de los relojes inteligentes con seguimiento GPS contienen errores de seguridad que los hacen vulnerables a los piratas informáticos. Unos problemas preocupantes, puesto que permitiría a cualquier hacker usar el micrófono o la cámara del reloj para capturar imagen y conversaciones de los menores y de su entorno. Incluso en este informe se detalla la posibilidad de falsear la localización del menor para engañar a los padres sobre la localización de sus hijos.
Un arma de doble filo
Es sorprendente descubrir que tal prohibición, no sólo esta inducida por temas de seguridad y protección del menor. También se hace mención de como determinados padres usan los Smartwatch de los hijos para escuchar a los maestros en los colegios. Un proceder que vulnera y atenta contra la ley alemana que indica que grabar o escuchar conversaciones sin el consentimiento de todos los participantes es completamente ilegal.
Según declaraciones a la BBC del experto en seguridad, Ken Munro:
Los dispositivos inteligentes poco seguros, a menudo, permiten la invasión de la privacidad. Eso es realmente preocupante cuando se trata de relojes inteligentes con GPS para niños, los mismos relojes que se supone que les ayudan a mantenerse a salvo. Una sorprendente falta de regulación en el Internet de las Cosas, permitiendo a los fabricantes vendernos productos inteligentes peligrosamente inseguros.
Vía | bbc