Inteligencia artificial, ¿Es realmente el futuro o está sobrevalorada?

En el último año hemos sido testigos de un Boom en herramientas impulsadas por inteligencia artificial, y el impacto ha sido tan grande que hoy en día la palabra IA está en boca de todos. De igual manera, por décadas los expertos han deliberado sobre el potencial que tiene la IA para cambiar la manera en que vivimos e interactuamos con el mundo. Con tanta cháchara sobre IA hoy en día es natural hacernos las siguientes preguntas: ¿Es realmente el futuro?¿O acaso está sobrevalorada? Pues esto es exactamente lo que trataremos de responder en esta oportunidad, aunque como podrán imaginar, no hay una respuesta sencilla.

El futuro que nos pinta la inteligencia artificial es prometedor

Desde que el concepto de la inteligencia artificial se acuñó en 1956, la humanidad ha soñado con un futuro utópico dónde las máquinas hagan todos por nosotros y nos podamos dar el lujo de disfrutar lo mejor de la vida sin preocupaciones. Siendo realistas, la IA ya se perfila como una valiosa herramienta no solo para “crear” contenido en un abrir y cerrar de ojos, sino también para automatizar tareas que actualmente realizamos los humanos, lo que puede ahorrarnos tiempo y recursos, permitiéndonos concentrarnos en otras actividades más creativas o estratégicas.

El futuro que nos pinta la inteligencia artificial es prometedor

Está claro que se puede emplear para automatizar tareas en la industria, la atención médica, la educación y el gobierno. También se habla de que la inteligencia artificial puede ayudarnos a tomar decisiones y hacer mejor nuestro trabajo al proveer análisis de datos. Por ejemplo, un médico podría utilizarla para diagnosticar enfermedades, mientras que un inversor podría aprovecharla para tomar decisiones financieras.

En concreto la IA tiene el potencial de resolver problemas complejos o que son demasiado peligrosos para nosotros los humanos. Los más optimistas afirman que se puede utilizar para desarrollar tratamientos de enfermedades, crear nuevas tecnologías y predecir desastres naturales.

Naturalmente, la inteligencia artificial está destinada a mejorar la eficiencia en las organizaciones y optimizar la cadena de suministro en procesos de fabricación industrial. Por si fuera poco, puede ayudar a las empresas a proporcionar atención personalizada al cliente, crear contenido relevante para los clientes, asistir en la creación de nuevos productos, servicios y mucho más.

Con ese portafolio, es natural que algunos ya la vean como el futuro y el siguiente gran paso tecnológico, pero aún tenemos que llegar ahí y actualmente hay muchas cosas que se pueden argumentar en contra de la misma, y de ahí que otros la tilden de sobrevalorada.

Los argumentos en contra

Ya hemos visto el potencial que tiene la inteligencia artificial y los argumentos que hay a favor, así que es hora de mirar la otra cara de la moneda, y tengan por seguro que ya hay detractores de esta tecnología, y no estamos hablando de luditas o personas que se oponen al progreso, sino de expertos en el campo de la tecnología que basan sus críticas en las limitaciones que actualmente tiene la IA.

En este sentido, según un informe de Retool, una empresa de software que encuestó a más de 1.500 trabajadores del sector tecnológico sobre el tema de la IA, más del 51% de los encuestados cree que la IA está sobrevalorada. En una conversación entre Bussines Insider y David Hsu, el CEO y fundador de Retool, el ejecutivo explica que “no hay pruebas suficientes que demuestren que la IA llegará a revolucionar las empresas”, y esto aplica tanto a la calidad del trabajo como a la productividad.

Limitaciones de la inteligencia artificial

Muchos de los encuestados tienen esta postura sobre la IA debido a su estado actual, y para muestra un botón. Chatbots como ChatGPT y Google Bard pueden parecer muy avanzados, la capacidad de sostener conversaciones coherentes con un robot es asombrosa, pero también es cierto que son muy propensos a generar falsa información o como le dicen por ahí, alucinaciones.

“La IA suena muy bien hasta que se pone manos a la obra y resulta que es difícil evitar las alucinaciones, y si no se puede garantizar la precisión, la IA no es muy útil” Afirmó David Hsu. Naturalmente, habrá aquellos que argumenten que todo se puede lograr con los prompts correctos y una buena revisión de parte de un ojo humano, y en ese caso les doy personalmente la razón.

La inteligencia artificial no existe en el mundo real

Como todos sabrán, la IA de momento no puede existir en el plano físico y, por ende, le falta compresión del mundo real. Naturalmente, esto limita considerablemente su capacidad de realizar tareas complejas y de tomar decisiones en el mundo real. De igual manera, los sistemas de IA entrenados en un conjunto de datos específico pueden tener dificultades para generalizar nuevos escenarios.

Como es de esperarse, estas limitaciones impiden la adopción de la IA en el futuro predecible en algunos sectores. Como ejemplo de ello no hay que mirar muy lejos, solo veamos lo que ocurre con la conducción autónoma, pues si bien compañías automotrices como Tesla la pintan como algo que ya es posible, la realidad de la situación es que, debido a la dificultad de generalizar nuevos escenarios y los riesgos de seguridad asociados, todavía no se puede utilizar de manera generalizada.

Otro caso que ejemplifica a la perfección sus limitantes, es el uso que se le intentó dar durante la pandemia. En este sentido, desde que inició la pandemia en 2020, los desarrolladores de inteligencia artificial (IA) desplegaron cientos de herramientas de aprendizaje automático para ayudar a diagnosticar el COVID-19. No obstante, los investigadores descubrieron que estas herramientas de inteligencia artificial no iban a hacer el trabajo duro por ellos.

En lugar de descubrir conexiones relevantes entre los casos, los algoritmos estaban haciendo una letanía de suposiciones falsas, entre ellas la predicción de casos de COVID basándose en la fuente de texto que los hospitales utilizaban en sus documentos. Esto no significa que el aprendizaje automático sea inútil, solo que debemos comprender mejor las fortalezas y limitaciones de la IA y, como hemos hecho con otras tecnologías, encontrar un uso específico para ella.

La inteligencia artificial jamás pensará como un humano

Si algo resuena conmigo de un libro que leí hace tiempo llamado “You Look Like a Thing and I Love You: How Artificial Intelligence Works and Why It’s Making the World a Weirder Place”, es que los errores que comete una máquina nos parecen tan absurdos debido a que las computadoras no perciben el mundo como nosotros.

A riesgo de sonar como si me estuviese dando una palmada en la espalda, la inteligencia humana es extremadamente adaptable y generalizable, podemos entender conceptos más grandes que nosotros mismos y contextualizar situaciones o resultados inesperados… La IA en cambio tiene que ser entrenada en cada escenario durante miles de horas para entregar resultados medianamente convincentes.

Sin embargo, el hecho de que no piensen como nosotros no significa que no haya inteligencia, pues si creemos a los expertos en la materia, los nuevos métodos de aprendizaje profundo pueden hacer morder el polvo a la capacidad humana. Asimismo, solo hace falta mirar a la evidencia, con los datos, la formación y las circunstancias adecuadas, las máquinas son excelentes para realizar cálculos, predicciones y reconocer patrones. Un modelo de IA bien entrenado puede replicar voces a la perfección, vencer a los mejores jugadores del mundo en ajedrez, subtitular o doblar vídeos en cuestión de segundos y mucho más.

Por lo tanto, podemos establecer que en algunos ámbitos la IA ya nos supera, y que debemos reconocer que simplemente hay diferencias significativas entre lo que puede hacer un humano y una máquina. Entender estas diferencias junto a sus fortalezas y debilidades es la clave para evitar cometer errores y perderle el miedo a la IA. La idea de que estamos tratando con un tipo diferente de inteligencia nos inspira a aprovechar esta tecnología para ayudar a las personas, en lugar de reemplazarlas.

¿Qué dicen los expertos?

Según el mismísimo Samuel Altman, CEO de OpenAI y cara pública de todo lo referente a la inteligencia artificial generativa, la IA está sobrevalorada a corto plazo. “Está tremendamente sobrevalorado en el corto plazo”, dijo Altman en una entrevista con el periódico indio Economic Times.

Viniendo de alguien como el propio Sam Altman, estas declaraciones pueden parecer fuera de lugar, pero es que hay que escuchar la historia completa, pues para Altman el público se está concentrando mucho en sus beneficios a corto plazo (que como ya dijimos todavía son limitados) en lugar de su potencial a largo plazo, el cual todavía es un misterio para nosotros.

“Si realmente logramos el progreso que pensamos que vamos a lograr y tenemos este sistema mágico que puede hacer cualquier cosa que le pidas, nadie sabe cómo pensar en eso, nadie sabe cómo ponerle un valor, pero sea como sea, es probable que lo que estén pensando sea demasiado bajo”, Aseguró Altman.

Samuel Altman - CEO de OpenAI

Samuel Altman, CEO de OpenAI

Adicionalmente, Altman cree que a pesar del impacto negativo sobre los trabajos y la disrupción tecnológica que la IA pueda generar, eventualmente tendremos un boom en productividad y el mundo se hará más rico. A su vez, los líderes de OpenAI señalan que la IA tendrá un gran impacto positivo en campos como la educación y la salud, así que el futuro no es tan sombrío como algunos lo pintan.

Los beneficios no serán inmediatos

Una de las razones por las cuales se tacha a la inteligencia artificial (especialmente la generativa) como sobrevalorada, es que todavía es muy temprano para verle el queso a la tostada. Como cualquier otra tecnología, pasará por un período de alta innovación y descubrimiento seguido por una caída o estancamiento antes de alcanzar su meseta de productividad. Esto es lo que se conoce popularmente como el ciclo de sobreexpectación.

En este orden de ideas, la firma de investigación estadounidense Gartner calificó la inteligencia artificial generativa como sobrevalorada y la posicionó en la cima de las “expectativas infladas” para la tecnología emergente en 2023, muy cerca de la ingeniería de software mejorada con IA y la tecnología nativa de la nube.

Para ser precisos, se espera que la inteligencia artificial empiece a dar frutos dentro de dos a tres años antes de alcanzar la meseta de productividad. Según el informe presentado por Gartner, la IA es generativa es la más prominente en la actual ola de IA, pero probablemente le tomará más de 5 años o quizás 10 años alcanzar su punto álgido. Naturalmente, no se descarta que algunas tecnologías derivativas maduren a corto plazo, pero a su vez la firma advierte que el Hype no necesariamente se traduce en éxito.

ciclo de sobreexpectación de la IA generativa - Gráfico vía Gartner

Gráfico vía Gartner

Dicho estudio también indicó que las inversiones en IA posiblemente tardarán algunos años en tener un impacto importante en la economía, partiendo de un punto relativamente lento. Su potencial ya se está advirtiendo en otras economías regionales. Se espera que los países del CCG, por ejemplo, obtengan alrededor de 23.500 millones de dólares en beneficios económicos para 2030 a medida que las inversiones en IA generativa sigan creciendo.

Conclusiones

Con todo eso en mente, podemos establecer que la inteligencia artificial es ambas cosas al mismo tiempo, está sobrevalorada actualmente, pero también constituye el futuro y posiblemente una de las invenciones más importantes en la historia de la humanidad y cuidado sino la más importante. En este sentido, de momento lo que nos ofrecen las herramientas de IA generativas es ciertamente limitado y propenso a errores, también es cierto que hay mucho charlatán suelto en Internet que pinta a estas herramientas como la segunda venida de Jesús cuando en realidad solo tratan de vender humo, pero al ritmo que están avanzando, está claro que este no siempre será el caso.

Es cuestión de tiempo para que la tecnología madure y alcance su máximo potencial, lo que bien podría ser dentro de 5 años, 10, 20 o quizás más años; sea como sea, en ese momento empezaremos a vislumbrar beneficios completos más allá de la creación de contenidos, y en lo personal espero que cuando llegue el momento de cosechar lo sembrado, ésta beneficie a toda la humanidad y no solo a una pequeña élite en control de estas herramientas.

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